Busca tu lugar en el mundo

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No es nada fácil, encontrar un lugar en el mundo, un lugar con el que de verdad te sientas identificado al cien por cien. La búsqueda de ese lugar, representa de una forma gráfica, la búsqueda de la felicidad plena. Cualquier persona sueña con tener una vida con sentido, poder disfrutar de un proyecto vital en compañía de personas interesantes sintiendo una plenitud interior que se basa en el convencimiento de estar en el lugar adecuado.

La vida no es eterna, pero la muerte, lejos de ser una obsesión que te paralice, tiene que ser un estímulo para vivir el momento presente, para aprovechar mucho más el ahora y para poder estar bien con uno mismo.

En Conocernos te damos las claves para buscar tu lugar en el mundo:

1. En primer lugar, escucha tus emociones porque tus emociones te marcan el camino de la dirección correcta. Cuando das la espalda a tu destino, entonces, cargas con el peso de la pena y de la insatisfacción crónica.

2. ¿Dónde están tus seres queridos? No des la espalda al valor de tus raíces. No significa que tengas que estar con tus padres viviendo en su misma casa, sino que allí donde estés, tengas presente de donde vienes. Llama por teléfono a tus padres con regularidad, visítales y si vives lejos de su ciudad, entonces, puedes viajar en vacaciones para estar con ellos y compartir tiempo en común.

Recuerda de dónde vienes para tener claro dónde quieres ir, pero siempre, con el cariño y el respeto de tu familia.

3. Busca y encontrarás. Recuerda que no siempre las cosas importantes se descubren a la primera de cambio. Es importante dar nuevas oportunidades a la vida, abrir nuevas puertas, buscar otros caminos y explorar hasta encontrar. Pero no te des por vencido porque en ese caso, te estás negando la oportunidad de tener esa felicidad que tanto mereces.

4. Ama la vida sin límites porque la verdad es que la vida, es una aventura que te sorprende cada día. Por tanto, estate muy atento, también a esas señales que te desvela el destino porque el destino es sabio.

Cómo sacar el máximo partido a un curso sobre inteligencia emocional

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Son muchas las personas que se animan a participar en un curso sobre inteligencia emocional puesto que el autoconocimiento es básico a nivel de felicidad. Pero la actitud con la que te apuntas a un curso sobre inteligencia emocional puede ser determinante. Por ello, en Conocernos te damos las claves para obtener un buen rendimiento.

1. En primer lugar, es muy positivo que te hayas apuntado al curso por iniciativa propia y no por insistencia de alguien del entorno. Es decir, tienes que pensar en ti mismo y en aquello que quieres hacer tú.

2. Es mejor que te apuntes al curso tú solo y no en compañía de alguien conocido ya que muchas veces, las personas se sienten más libres a la hora de hablar de sí mismas cuando no acuden al curso con alguien cercano.

3. Además, es fundamental que tengas humildad para poder aprender y no acudas a la clase con la sensación de que ya lo sabes todo. Las personas que tienen 80 años también tienen mucho que aprender en su día a día.

4. No tengas miedo de mirar dentro de ti porque está claro que un curso de este tipo puede ayudarte a hacer cambios en tu mundo interior.

5. Ten una actitud activa y participativa, haz preguntas al profesor, consulta tus dudas y piensa que tu duda puede servir también te ayuda a otros compañeros de clase que puede que no se hayan aclarado sobre ese asunto.

6. Piensa en todo lo bueno que puedes obtener de este tipo de cursos ya que también puedes aprender mucho de las vivencias que comparten otros compañeros de clase y que abren su corazón de una forma sincera y charlan sobre aquello que piensan.

7. Puedes llevar un cuaderno con un bolígrafo para hacer anotaciones de aquello que te parezca interesante.

8. También puedes leer el libro Inteligencia Emocional escrito por Daniel Goleman.

Ejercicios sencillos de bienestar

Be Happy

En más de una ocasión, las personas piensan que para alcanzar el bienestar tienen que hacer grandes proezas cuando en realidad, existen hábitos muy sencillos que te ayudan a ganar energía positiva en tu vida. En Conocernos te damos las claves para sentirte mejor contigo mismo.

1. En primer lugar, haz limpieza de ropa en tu armario. Regala aquellas prendas que están en buen estado a alguna amistad que sabes que le pueden dar una utilidad. En segundo lugar, tira a la basura esas prendas de ropa deterioradas y que ya están muy pasadas de moda. En tercer lugar, coloca en cajas aquellas prendas que puedes donar a una organización. Con este ejercicio sencillo aprendes a pensar no sólo en ti sino también, en los demás. Pero además, practicas la virtud del desprendimiento en tanto que practicas el desapego de lo material.

Además, piensa que tus gustos en ropa y tendencias también cambian. Es decir, es normal que algo que te encantó hace dos años ya no te guste tanto a día de hoy. A través de la moda también evolucionamos.

2. En segundo lugar, también puedes realizar el ejercicio de poner en orden tus discos de música y tus películas. Este ejercicio tan sencillo es útil para cultivar la disciplina y además, el orden externo propicia el orden interno. El orden es mucho más que un ingrediente necesario para vivir con comodidad, también es un factor emocional que te favorece a nivel psicológico.

3. Regala los libros que ya no utilices y que tengan una función decorativa en tu casa. Puedes donarlos a una biblioteca ya que eso te ayuda a darte cuenta de cómo los recursos pueden ser muy bien utilizados.

4. Borra los correos electrónicos que no te apetece guardar o las cartas que ya no quieres conservar. Tendemos a acumular mucha información innecesaria en nuestro día a día. Por tanto, disfruta del presente.

Disfruta del momento presente y sé feliz de verdad porque la vida es maravillosa.

Razones para valorar tu familia

Edgy Pink La familia es un bien muy importante en la vida de un ser humano, sin embargo, en pleno siglo XXI no siempre se valora de la forma oportuna este bien tan necesario en un contexto individualista que también, contamina el terreno familiar. Así queda de manifiesto en las familias que pasan su día a día viendo la televisión en la hora de la comida mientras el sonido de la tele, entorpece la comunicación y el diálogo entre los comensales. Del mismo modo, cada vez existen más televisiones en las casas.

¿Por qué merece la pena valorar la familia y volver a redescubrir el núcleo familiar con mucho cariño?

1. En primer lugar, piensa que merece la pena cuidar los lazos familiares entendiendo que es normal que haya diferencias personales. Es decir, no se trata de pensar que la relación entre los miembros de una misma familia es de color de rosa, sin embargo, las diferencias son una oportunidad para la superación personal. Es bueno tener una visión realista de la familia.

2. La familia es un tesoro que te acompaña en los buenos momentos y en las celebraciones, pero especialmente, es la familia quien cuida de un enfermo en un momento de enfermedad. Por tanto, cuida de ti y disfruta de verdad de la vida en compañía de los tuyos.

3. Anímate a disfrutar de la familia más allá de las fiestas de Navidad y es que, el cariño de la familia no tiene fecha de caducidad. No pierdas la costumbre de comer en familia los fines de semana, visita a tus padres siempre que puedas, comparte tu tiempo libre con las personas que quieres…

4. La familia no se elige, nos viene dada. Por tanto, acepta tus orígenes y disfruta del gran placer de sentirte afortunado por tener una familia con defectos pero también, con virtudes.

5. Una familia es como un bastón. Un punto de apoyo vital.

Quiere a los demás y déjate querer sin condiciones.

Trabajar como voluntario

Trabajar como voluntario es una experiencia muy positiva que merece la pena descubrir en primera persona ya que el privilegio de dar es exclusivo de los corazones generosos que han captado la esencia más auténtica de la vida. El voluntariado es una necesidad real no sólo en un contexto de crisis económica, sino en general, en cualquier momento.

El voluntariado humaniza el mundo y hace de la Tierra un lugar mejor, más habitable y cálido para vivir. Trabajar como voluntario es una decisión personal y cada uno tiene que encontrar su momento para dar el paso. Por ejemplo, no es una buena idea asumir la responsabilidad de ser voluntario cuando ya te sientes desbordado por un trabajo excesivo que te absorbe también parte de tu tiempo de ocio.

Para trabajar como voluntario es indispensable comprender cuál es la filosofía del voluntariado: la función que se realiza no tiene ningún tipo de retribución económica y lo que sí se recibe es mucho cariño y mucho afecto. Pero también es verdad que en algunos casos, el trabajo como voluntario puede derivar en algunas oportunidades profesionales de otro tipo.

Por ejemplo, es posible hacer contactos de trabajo. Trabajar como voluntario es una actividad positiva de llevar a cabo, que te permite disfrutar y pasarlo bien. Los valores de un voluntario contrastan en muchos casos con los valores propios de la sociedad actual: por ejemplo, materialismo. Es bueno comprender que existen muchas formas de aportar algo bueno a los demás y no todas ellas tienen que estar mediadas por un interés económico o por una razón de este tipo.

Trabajar como voluntario es una experiencia óptima para gente de todas las edades pero especialmente, para los más jóvenes ya que así también adquieren experiencia profesional. Y también, para las personas mayores de 60 años que después de haberse jubilado, quieren encontrar una ocupación positiva en su rutina diaria.

Las personas encuentran, a través del voluntariado, un entorno en el que sentirse valoradas y reconocidas como personas. Esto alimenta la autoestima y es muy sano a nivel mental.

¿Te animas a trabajar como voluntario?

Cómo practicar el respeto en las relaciones personales

Es muy importante fomentar y practicar el respeto en las relaciones personales ya que a través del respeto también se potencia la libertad de que cada uno pueda mostrarse tal y como es. Muchas veces, la proximidad de las relaciones personales hace que algunas personas vivan con mucho miedo al no atreverse a ser ellas mismas por miedo a qué piensen los demás.

¿Cómo practicar el respeto en las relaciones personales?

1. En primer lugar, asume que sería aburridísimo formar parte de un mundo en el que todas las personas son fotocopias humanas unas de otras. Toma esta diferencia como un hecho natural que te permite aprender de los demás y te ayuda a crecer como persona.

2. En una conversación, respeta el turno de palabra. No monopolices todo el tiempo y recuerda que la otra persona también tiene algo importante que decirte a ti. Quiere que le escuches.

3. Cuida tus formas en una conversación y atiende no sólo al fondo sino también, a la forma. Evita gritar, ten un tono de voz pausado y disfruta del momento centrándote plenamente en esa conversación pendiente.

4. Quiérete a ti mismo porque cuando te quieres de verdad a ti, entonces, también puedes disfrutar más fácilmente de las relaciones personales sanas.

5. Anímate a conocer gente nueva y no te encierres únicamente en tu grupo de amigos de siempre. Es una ganancia vital poder tener nuevos contactos, gente con la que hacer planes diferentes y poder disfrutar de conversaciones divertidas.

6. Asume las críticas constructivas que te permiten aprender. Cuida tus buenos modales y tu educación en los eventos sociales. Pero sé igual de educado en tu convivencia familiar.

7. Apaga la televisión en casa y dedica más tiempo a hablar con tu familia porque es indispensable alimentar los lazos de afecto a través de la palabra y del diálogo. Alarga las sobremesas después de la comida para hablar con aquellos que quieres de temas distendidos y también, profundos.

8. Para practicar el respeto en las relaciones personales es indispensable que comiences practicando ese respeto en primer lugar por ti mismo.

Día Mundial contra el Cáncer: cómo apoyar al enfermo

Esta es mi vida y lo acepto.

Hoy se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, por ello, en Conocernos queremos profundizar en cómo pueden apoyar los familiares a un paciente enfermo de cáncer puesto que el apoyo de la familia es indispensable para luchar y salir adelante.

En Conocernos, a modo de coaching, te damos una orientación práctica para poder actuar en una situación así:

1. En primer lugar, escúchale. Muchas veces, ante la impotencia que se siente por conocer la enfermedad de un ser querido, las personas muestran su dolor con palabras. Sin embargo, recuerda que en realidad, lo que necesita el paciente en más de una ocasión es que le escuchen, sin hacer más preguntas, sin juzgar o sin ir más allá. El enfermo necesita hablar de sí mismo, desahogarse y poder decir cómo se siente con total libertad.

2. Acompáñale pero respeta también su espacio. Es indispensable acompañar con la presencia cercana a un enfermo, por ello, es bueno hacer planes sencillos en común, tener gestos de cariño, como por ejemplo, darle un regalo, acompañarle al médico… Sin embargo, es un peligro caer en una relación absorbente que priva del propio espacio a quien está débil pero a la vez, es una persona fuerte y capaz. Pero además, tiene derecho a su parcela de intimidad.

3. Sé muy respetuoso en tus preguntas para no cruzar una línea que pueda incomodar a la otra persona. Especialmente, si el grado de confianza que tienes con esa persona no es muy pronfundo. No siempre ser familia de alguien supone que hay mucha confianza entre dos personas.

4. Intenta ofrecer planes a esa persona para que pueda tener la mente ocupada y estar distraída en algo positivo. No es bueno tener la mente puesta todo el día en dar vueltas a la cabeza porque en ese caso, la angustia aumenta.

5. Vive el día a día, intenta pensar lo menos posible en el futuro porque el futuro se vive como una carga desde la enfermedad. Siempre que pienses en el futuro, piensa en positivo, imagina algo bonito que te motive y que te dé seguridad.

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