Es sorprendente cómo los días de la semana pueden influir de una forma directa en el estado de ánimo de una persona. Los domingos por la tarde es uno de esos días en el que tantas personas se dejan llevar por la monotonía y por la melancolía de la despedida de algo. Una semana queda atrás, y entonces, surge el peso del nuevo inicio semanal con ese lunes que a veces, pesa tanto sobre la espalda.
El domingo es un día maravilloso y todavía más en verano cuando los días se pueden exprimir mucho más como una naranja que deja su sabor dulce en los labios. La tristeza amarga del domingo por la tarde causa dolor y sufrimiento a tantas personas que toman el fin de semana, como una vía de escape porque no son felices en su trabajo. Existen personas que han hecho del lema: “No me gusta mi trabajo” algo totalmente normal. Cuando en realidad, es posible disfrutar con el trabajo.
Y en caso de hacer una función que sea contraria a tu vocación, también es importante que te des la oportunidad de disfrutar cambiando de actitud. Siempre existe algo positivo en cualquier trabajo. Por ejemplo, es posible tener un buen horario o un buen ambiente laboral.
¿Cómo evitar la tristeza del domingo por la tarde? Evita quedarte encerrado en casa viendo la televisión. Organiza mejor un plan con tus amigos. Por ejemplo, puedes ir al cine o realizar una excursión al aire libre. Mientras estás disfrutando de un plan gratificante te sientes bien contigo mismo y satisfecho por haber disfrutado de la vida en compañía con los demás.
La tristeza del domingo por la tarde duele en exceso y nos hace sentir diminutos. Sin embargo, merece la pena vivir en función del reloj del corazón y no de la fecha del calendario. El inicio de una nueva semana también simboliza la alegría de hacer cosas nuevas y de pasarlo bien de verdad con una lista de actividades gratificantes.
¿Alguna vez te has dejado arrastrar por la tristeza del domingo por la tarde? Disfruta del presente.