Es muy humano que cuando te enamoras de una persona quieras darlo todo y apostar hasta el final por ella. Sin embargo, lo realmente positivo es que también te protejas a ti y aunque muestres interés, dosifiques tu atención con esa persona.
No se trata de ser mal pensado sino de valorar que cuando conoces a alguien todavía no le conoces tanto y no sabes cómo va a responder. No te arriesgues a entregar tu corazón hasta el extremo a costa de que luego esa persona actúe con una indiferencia total y falta de humanismo. ¿Cómo puedes dosificar tu interés por la persona que te gusta?
1. En primer lugar, piensa que por delante de esa persona estás tú que eres el verdadero centro y motor de tu vida. Es importante no perder la perspectiva nunca para tener claras las normas del amor desde el principio: para querer bien a otra persona, antes te tienes que querer a ti mismo de verdad y ser tú, en lo bueno y en lo malo.
2. Si has invitado a esa persona a un plan y lo ha rechazado entonces, tarda una semana o dos en dar nuevamente el paso. Una vez que ya lo hayas intentado de nuevo si vuelve a rechazar tu oferta, entonces, espera a que sea el otro quien te busque. Tú también cuentas y eres importante en una relación. Eres una persona muy valiosa. Por tanto, disfruta de ti.
3. No tengas miedo y disfruta del presente con la ilusión de saber que eres una persona maravillosa. El amor nos llena de miedos y nos hace sentir invisibles y pequeños. Pero la realidad es que cuando empiezas a dar los primeros pasos en tu historia también te convences a ti mismo de que eres capaz de lograr lo imposible.
La vida es maravillosa una experiencia divertida y gratificante. No dejes que el amor se convierta en una losa. No reduzcas tu vida únicamente a la otra persona y amplía la mirada porque la existencia es más amplia.