La Navidad es una época de consumismo en la que se puede optar por el gasto innecesario. Lo cierto es que la corriente social lleva al gasto compulsivo por el simple hecho de que es Navidad. La Navidad es una época del año maravillosa pero siempre estamos a tiempo de cambiar nuestro orden de prioridades entendiendo que existen otras formas de consumo.
1. En primer lugar, conviene recordar que existen tiendas de segunda mano que apuestan por el consumo económico al dar una vida más larga a los productos que tenemos. Las tiendas de ropa de segunda mano cada vez ganan más auge en la crisis económica.
2. Además, cuando optas por hacer compras online también ahorras tiempo y dinero ya que al ir a la tienda física para comprar podemos dejarnos llevar por el efecto imitación que se produce cuando compras sin sentido por el simple hecho de que también lo hacen los demás. Las compras online son más racionales, más meditadas y piensas mejor las cosas.
3. Muchas familias realizan el tradicional amigo invisible durante las fiestas de Navidad. En ese caso, una opción muy práctica es la de limitar la cantidad de gasto para que toda la familia cuente con una referencia de lo que puede costar el regalo. Lo mejor es poner una cantidad baja para entender que el regalo más caro no tiene por qué ser el mejor.
4. Piensa en los regalos gratis que puedes ofrecer a tus seres queridos. Por ejemplo, puedes regalar libros que tienes en casa y a los que no das valor. Puedes hacer lo mismo con aquellas prendas de ropa que hace siglos que no te pones. En una sociedad consumista como la actual, es importante recuperar la esencia del ser y no del tener.