El pensamiento negativo es totalmente tóxico, te hace daño y te hiere en lo más profundo del alma. El pensamiento negativo, en ocasiones, es aprendido. Es decir, los niños que han sido educados en un entorno muy pesimista pueden acostumbrarse a ponerse siempre en lo peor. Lo bueno es recordar que siempre es posible optar por el cambio para dar un giro hacia la actitud positiva de vivir y de ser feliz siendo consciente de que pueden pasar muchas cosas buenas.
¿Cómo desintoxicarte de toda negatividad?
1. En primer lugar, disfruta del momento presente sin dejarte arrastrar por hechos pasados que no te permiten vivir bien. Lo que pasó, pasó y ya nadie puede cambiarlo. Así de simple y así de complicado al mismo tiempo puesto que es verdad que no siempre es fácil aceptar las cosas tal y como fueron. Pero mientras sigues mirando al ayer, no avanzas y sigues pegado a una realidad amarga.
2. Quiérete a ti mismo: piensa que cada pensamiento negativo que pasa por tu mente te afecta a tu salud. Por ello, tienes que llenarte de todo el amor que surge del cariño, los mimos y el pensamiento positivo.
3. ¿Cuáles son tus pensamientos negativos más recurrentes? Escribe en un folio en blanco cuáles son las ideas pesimistas que más manchan tu día a día. Es de vital importancia aprender a disfrutar del momento presente.
4. Comparte un plan con amigos porque la risa siempre es una medicina para la tristeza. No te encierres en ti mismo, coge el teléfono y charla con un buen amigo. Seguro que un rato de risas alivia tus penas.
5. Descansa de verdad. El verano es una buena época para desintoxicarte del pensamiento negativo porque hacer una escapada es una excusa perfecta para reponer energías a nivel físico y mental.
La negatividad puede ser una tendencia que causa heridas, pero es muy importante aprender a disfrutar del momento presente con ilusión porque el mañana es una puerta que queda cerrada siempre que piensas en negativo.
Mira al mañana con ilusión porque lo mejor, siempre está por vivir.