Valora aquello que tienes de verdad y no lo que te falta. Céntrate en aquello que sí que posees y que has alcanzado. No dejes que tu mirada se nuble por no poder disfrutar del presente al tener la vista mal enfocada en la realidad de las cosas. Ningún ser humano ha realizado todos sus sueños ni tiene todo aquello que anhela ya que además, el deseo suele ser la gran tragedia del ser humano.
Un deseo le sucede a otro y la voluntad humana puede ser tan caprichosa como la de un niño mimado. Realmente, resulta agotador vivir enfocado en la carencia y en la añoranza. ¿Cómo ser más consciente de aquello que tienes? ¿Cómo puedes valorar tu felicidad?
1. En primer lugar, ten una visión realista de la vida porque la existencia humana no tiene nada que ver con comedias románticas que han triunfado en taquilla como Pretty Woman. Lo cierto es que en ciertos momentos, la vida se parece más a una tragedia.
2. Da las gracias todos los días por aquello que tienes y sé consciente. Por ejemplo, antes de tirar comida a la basura piensa que existen personas no sólo en el tercer mundo sino también, en España con carencias aconómicas. Vivir de una forma consciente implica pensar y hacer las cosas bien.
3. No te dejes llevar por la envidia y no critiques a aquellos que te rodean. La vida es muy bonita, por tanto, disfruta y sé feliz de verdad como mereces.
4. Sal de ti mismo, por ejemplo, a través de un ejercicio de voluntariado. Puedes comprobar la realidad de aquellos que te rodean y observar el sufrimiento ajeno viendo que las penas de los demás pueden pesar hasta el infinito.Y tú puedes ayudar a que tu entorno más cercano sea más feliz con acciones bonitas y con más esperanza.
5. Vive con el corazón despierto al mundo porque tienes un corazón gigante. Es una pena que el individualismo social, en más de una ocasión, nos cierra a los demás porque nos sentimos diminutos. Sin embargo, la suma de muchos buenos corazones representa la victoria.