La ansiedad suele ser uno de los más preocupantes problemas de salud mental de nuestras modernas sociedades, una condición psicológica que tiene repercusiones en la salud física de quien la padece y que sin el debido cuidado puede desembocar a problemas que alteren la vida del individuo. No es que suframos de ansiedad hoy en día nada más, la ansiedad se conoce desde tiempo antiguo. La palabra deriva del latín anxietas que significa «angustia». Se le considera que es una forma de respuesta a nivel emocional que conlleva aspectos corporales o fisiológicos nada placenteros. Hoy se cree que debido a las exigencias de la vida moderna, la sufre un importante porcentaje de la población del mundo. Se agrupa con otras emociones que forman parte de la vida del hombre, la felicidad y el miedo entre ellas.
Por qué sentimos ansiedad, sentimos ansiedad cuando nuestro organismo se siente amenazado y como resultado se activa la función del sistema adrenérgico. Esto es algo que el organismo hace de manera cotidiana, cuando sentimos hambre, cuando debemos invertir en el proceso energía, el organismo emite un alerta y ese alerta funciona como una motivación para tener una reacción. Y de ello se desprende que es útil en alguna medida, porque nos permite reaccionar ante una situación que nos podría parecer de peligro o amenaza. En esta situación el organismo emite dopaminas y catecolaminas, pero si éstas se suceden día a día, el mismo organismo se ve forzado a una situación que solo lo estresa y hace sentir ansioso.