Las heridas del corazón son dolorosas porque dejan huella, es decir, su curación no implica olvidar de inmediato todo lo que ha sucedido. Las personas de ochenta años tienen más heridas en su corazón que las adolescentes ya que a más vida, más vivencias y más opciones de haber tenido alegrías pero también, tristezas y decepciones.
Las heridas de la vida son dolorosas, sin embargo, es importante tener una actitutd positiva para pasar página lo antes posible, porque la vida se vive mirando hacia adelante y no hacia atrás. Así te comportas cuando sigues recordando una y mil veces los errores del ayer.
En Conocernos te damos las claves para curar las heridas del corazón. En primer lugar, disfruta del momento presente porque en la vida siempre existe alguna razón positiva por la que la vida merece de verdad la pena. Además, agárrate con fuerza a ese lado positivo de la existencia porque es maravilloso poder compensar las inseguridades con las fortalezas.
En algunos casos es fundamental, tener la capacidad de pedir ayuda cuando se trata de una herida muy dolorosa que te ha marcado por dentro de verdad. Las heridas del corazón duelen mucho pero la clave reside en no regodearte en ellas, es decir, las heridas están allí pero eso no implica, dejar de vivir por ello, recuerda que la vida siempre continúa y siempre tiene cosas nuevas que ofrecerte.
Las heridas generan cansancio, confusión emocional, agotamiento crónico… Sin embargo, es importante disfrutar del momento presente con ilusión. Por tanto, descansa. Las heridas de la vida duelen más o menos dependiendo de la situación del momento, de la edad y del entorno. En la medida en que te conoces a ti mismo también tienes más opciones de conectar con tu mundo interno y de comprenderte a ti mismo en toda tu plenitud porque eres una persona especial y vital.
Cura tus heridas internas con pensamiento positivo y mucho amor y muchas dosis de paciencia.