Existen muchos mitos que giran alrededor de la figura de la suegra, sin embargo, conviene ser realista e incluso en el caso de que la relación con la suegra sea ideal, nunca puede ser tan ideal como la que se tiene con una madre puesto que con una madre se convive desde la niñez. Es decir, existe un conocimiento mutuo total y cada uno conoce las virtudes y los defectos del otro. En esencia, existe una relación de máxima confianza entre las dos personas.
Por el contrario, la relación con la suegra viene marcada por la obligación que marca una circunstancia personal. Se trata de un vínculo que surge en una etapa de la vida concreta pero que no tiene tanta raíz, ni tanto arraigo como la que se tiene con la madre.
El tipo de comunicación también es distinta entre madre e hija, al igual que los conflictos y las discusiones se solucionan con mucha más facilidad entre madre e hija.Lo importante es no vivir comparando siempre a la madre con la suegra porque entonces, lo que puede pasar es que la segunda no esté nunca a la altura de la primera. Es más sabio y más enriquecedor, que te quedes con lo bueno que te aporta cada una en tu vida para poder crecer como persona.
Las relaciones familiares no son siempre fáciles de lidiar puesto que en el contexto familiar también se producen muchos roces y diferencias. Pero la familia es un tesoro tanto cuando se trata de la familia que te viene impuesta de nacimiento como la familia política con la que te encuentras cuando te casas siempre que aprendes a quedarte con lo bueno de cada ser humano.
Existen muchos mitos que giran alrededor de la suegra, sin embargo, conviene disfrutar de esta relación familiar con respeto y con cariño. La vida es maravillosa, por tanto, disfruta de la vida en compañía de todas las personas que quieres y que te valoran tal y como eres.