No existe un manual de instrucciones para vivir mejor, cada persona aprende en base a su propia experiencia, en forma de ensayo y error. Sin embargo, en el colegio cuando somos niños tenemos la sensación de que la vida es más fácil, no sentimos el vértigo que experimentamos en la etapa adulta cuando tenemos tantos miedos y tantas inseguridades. No existe un manual de instrucciones para vivir mejor, eres tú quien pones en práctica tu sentido común cuando vives de forma acorde a tus valores y no te dejas arrastrar por aquello que hace la mayoría.
Existen personas que ponen su felicidad en el lugar equivocado: en el dinero, en el éxito profesional, en el triunfo, en el hecho de tener una pareja, en la fama, en la aprobación de los demás… Sin embargo, tienes que vivir por ti y para ti porque es tu verdadero yo el único que te conduce a la tranquilidad anímica de sentir plenamente la vida como un regalo maravilloso que te marca en positivo.
No existe un manual de instrucciones para vivir mejor, sin embargo, merece la pena disfrutar del momento presente y aprender de los errores del pasado porque son el mejor trampolín de sabiduría. Además, cada historia es única e irrepetible, igual que cada vida. Por ello, el camino que haya tomado otra persona no tiene por qué ser válido para ti o servirte a ti. Tú eres diferente a los demás.
Si existiera una única forma de vivir entonces, las personas seríamos fotocopias y la vida en sí misma no tendría ningún tipo de emoción al resultar totalmente previsible. Pero la vida es cualquier cosa menos previsible: te depara sorpresas incluso en el lugar más inesperado.
Aprender a vivir mejor puede ser la asignatura pendiente de tantas personas que tienen la sensación de haberse quedado estancadas o atrapadas en un callejón sin salida a nivel emocional. Ese callejón se llama duda.
Pero las dudas que son tan humanas, solo se resuelven al seguir viviendo y afrontando la vida tal y como es.