La muerte forma parte de la vida y sin embargo, es humano mostrar resistencia emocional ante esta idea. El ser humano es el único ser del universo capaz de reflexionar sobre sí mismo, tiene conciencia de aquello que le pasa, no es como una piedra que se comporta como un sujeto pasivo.
El ser humano existe, tiene vida, una biografía que queda reflejada en un primer momento en el simple gesto de que todos los padres ponen un nombre a su hijo precisamente, para mostrar que es único e irrepetible.
La muerte es esa asignatura pendiente de los humanos en una sociedad marcada por el placer, en donde además, la tercera edad se ve relegada a un segundo plano. ¿Cómo aceptar la muerte y no vivir obsesionado con este tema?
1. Morir es humano, nadie escapa a este final. Por ello, deja de pensar en un tema que no depende de tu voluntad y escucha tu corazón y tu alma de verdad.
2. Piensa que el verdadero misterio no es la muerte sino la vida. Estás aquí y ahora: disfruta del momento, implícate en tu destino, comparte tu vida con aquellos que quieres, deja de posponer la decisión de temas importantes para mañana…
3. Piensa que todo el mundo tiene que pasar por lo mismo. Por tanto, no te tomes esta circunstancia como algo personal sino como algo que forma parte de la naturaleza humana. Somos seres temporales y eso también tiene una enseñanza positiva: tenemos que aprender a disfrutar mucho más del aquí y el ahora.
4. Ocupa tu tiempo en cosas que te hagan disfrutar. Cuando nos ponemos en movimiento y en acción damos muchas menos vueltas a la cabeza que cuando estamos aburridos o viendo un programa de televisión. El ser humano necesita actividad no sólo para tener una buena salud física sino también, para tener bienestar mental. Esta primavera anímate a hacer deporte.
5. Piensa que la vida es muy larga gracias a la mejora de la medicina y el aumento de la esperanza de vida.