Asistir al chupinazo de San Fermín


San Fermín siempre es protagonista en el mundo en el mes de julio porque después de un año de tanto trabajo y de tanto esfuerzo, Pamplona es una cita ineludible con el ocio, el buen humor y la diversión propia de quienes necesitan desconectar y pasar un buen rato.

El chupinazo representa el inicio de la fiesta, el pistoletazo de salida de nueve días de ocio ininterrumpido con una oferta cultural más que interesante. No sólo existe mucha oferta gratis sino que también, puedes encontrar opciones de ocio en el Baluarte o en el Teatro Gallarre donde puedes disfrutar de musicales y de teatros.

Existen personas adictas al trabajo para las que aprender a disfrutar debería de ser un aprendizaje vital. Existen personas que lo pasan mal al estar en vacaciones sin tener que atender los correos pendientes en la oficina. Cuando disfrutar se convierte en una prioridad, los trabajadores compulsivos se sienten un poco fuera de lugar.

Las fiestas de San Fermín son un escenario de entretenimiento muy óptimo en un momento del año en el que tantas personas están de vacaciones y cuentan con las condiciones ideales para desconectar. La mayoría de las personas que han visitado San Fermín repiten la experiencia porque Pamplona ofrece el cien por cien de alegría a sus visitantes.

Este año, como consecuencia de la crisis económica, el programa de San Fermín también ha reducido su coste. Este año, los nueve días de San Fermín también influyen dos fines de semana. Momento en el que una ciudad de 200000 habitantes llega a duplicar su población.

Por ello, quienes prefieran disfrutar de un ambiente tranquilo en la ciudad pueden viajar entre semana a Pamplona para pasarlo bien y disfrutar. En plena crisis económica, conviene buscar alegrías y Pamplona es sinónimo de bienestar durante nueve días consecutivos porque en San Fermín, lo más importante es disfrutar, pasarlo bien y revivir el espíritu eterno de la fiesta.

Una experiencia gratificante a principios de verano.