Tener un problema con un familiar

Tener un problema con un familiar tiene más efectos negativos que tener un conflicto con un amigo ya que en la amistad, es posible marcar distancia con esa persona una vez que la situación se hace insostenible. Cuando un vínculo no es sano, lo bueno es poner una barrera. En cambio, cuando un conflicto se produce con un familiar cercano, por ejemplo, el padre, la madre o un hermano, la situación cambia completamente, sencillamente, porque lo positivo en este caso es seguir manteniendo la relación a pesar de todas las diferencias.

Existen personas que cortan un vínculo familiar y luego se arrepienten pero les cuesta mucho dar el paso de retroceder y cortar con su orgullo. Tener un problema familiar es una situación muy humana y cotidiana, esta es una de las razones por las que muchas personas, detestan la Navidad. ¿Qué hacer cuando tienes un problema familiar?

1. Piensa en todo lo que has vivido al lado de esa persona, revive los buenos recuerdos y los instantes compartidos.

2. Quiérete a ti mismo y también, al otro.

3. Piensa en un objetivo común. Más allá de las diferencias, piensa que formáis parte de una misma familia. Te servirá de ayuda mantener una relación cordial para poder estar sin tensión en las reuniones familiares, en las celebraciones de cumpleaños y en los encuentros comunes.

Vais a coincidir con ese familiar en muchos eventos y solo por eso, merece la pena que tengas un espíritu práctico y no te compliques la vida a ti mismo.

4. Piensa que en las distancias cortas, lo problemas siempre aumentan bajo el efecto óptico de una lupa. Al convivir más también es más normal que se produzcan más roces y situaciones que ponen a prueba tu paciencia. Pero por eso mismo, por ser  familia, merece la pena comprender que por encima de todo existe un cariño que merece la pena alimentar y mantener por respeto mutuo.

Los problemas familiares pueden enredarse tanto como uno quiera. Merece la pena simplificar los conflictos y disfrutar del presente. En problemas de familia graves puede ser adecuado acudir a un especialista, por ejemplo, un psicólogo.